Nuestro principal quebradero de cabeza en la fábrica es usar siempre piel de la mejor calidad (serraje vacuno de 1.6-1.8, napa Seda bien tratada y testada...) porque trabajar con buen material y buenas herramientas es un placer que se nota en el resultado y gusta en la fábrica.
Es importante ponerle corazón a lo que se hace, ya que se nota después cuando el cliente abre la caja en su casa. Parece una estupidez, pero no lo es. Hay trabajos de manufactura que traspasan la fábrica y continúan hasta que el cliente las usa.
Por ejemplo, no es lo mismo el montaje típico de una suela normal sobre la planta, que es un proceso relativamente rápido y sencillo, que coser la planta al cuerpo de las botas, luego pasarle una especie de disco que presiona los bordes para que éstos queden mejor unidos (piel y planta), y después montar la suela con sobrante suficiente para acabarlas con un lijado “todo a la vez” que deja totalmente parejo suela, planta y cuero.
Además nos encanta poder trabajar de esa manera. Nos encanta usar nuestras manos para todo.
