Cuando decidí fabricar las famosas botas pisamierdas (o botas safari, como prefieras llamarlas) en color fuxia pensé en lo típico: hacerlas para mujer hasta la talla 43 para que también las puedan comprar aquellas que tienen el pie grande.
Y comenzaron a venderse bien.
Con el tiempo me iba dando cuenta que muchos de los pedidos en los que iba algún par fuxia eran a nombre de hombres en vez de mujeres, como sería más lógico. Pero bueno, puede ser casualidad que sea para regalar a una mujer. Las estadísticas comenzaron a mostrarme que la talla media por ventas era mayor que lo normal. Así que decidí crearlas también para hombres por probar a ver qué tal. Hasta la talla 46.
¡Y resulta que casi el 30% de las fuxia son para hombre!
Por eso muchas veces no importa todo lo que uno piense o parezca lógico. De buenas a primeras aparece la oportunidad donde menos se espera. Cosas como este detalle con las botas fuxia nos hacen ver que hay que pensar menos con la cabeza y más con el corazón. Si hay algo que crear, por muy raro que parezca hay que crearlo. Y tener nuestras webs de venta online conforme a nuestras personalidades.
Ya no me pasa más. Ya no me pensaré tanto el hacer cosas distintas.